Niña perdida

Violeta es la melena de la niña 
que camina ensangrentada 
entre los oscuros abismos de la vida.
Un trazo ajustado se hunde
como una lengua que afila sus labios. 
Se atormentan sus manos
con los finos ganchos 
de su barco malherido. 
La callejuela se sumerge en la niebla. 
El cuerpo se derrama gota a gota
como el paso de la arena. 
Estira la voz en el silencio tranquilo de la noche. 
Nada le responde ni el sucio aire que se desprende 
en la orilla negra que sobrevive en las calles. 
Un abismo se instala entre sus dientes. 
Un grito ahogado se detiene en su pecho. 
Nada más se puede decir 
cuando el amor se instala en un pequeño paraíso.

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