Detenido.
Mis pliegues blandos contra su piel
en penumbra tapados
contra mi débil pecho
se encogen los cuerpos,
se rozan las grietas del placer
y se consumen los gritos mortales.
Entra en mi boca, consumiéndome hasta el último minuto. Me acaricia.
Mientras -vulnerable- me deshago,
como un pálido árbol,
como una mujer anciana,
como un reloj parado.
en penumbra tapados
contra mi débil pecho
se encogen los cuerpos,
se rozan las grietas del placer
y se consumen los gritos mortales.
Entra en mi boca, consumiéndome hasta el último minuto. Me acaricia.
Mientras -vulnerable- me deshago,
como un pálido árbol,
como una mujer anciana,
como un reloj parado.