Sin condición.
Ella quería escribir. Ella no quería tener que escribir cómo se sentía. Quería escribir sobre alguien que quisiera que escribiera sobre sí. Lucía un vestido azul marino de estampado floreado. Sus ojos se perdían en la profundidad de las cosas que miraba. Sus piernas caminaban sin tener una dirección fija. Ella no esperaba a nadie en particular, prefería tirar hacia delante para no depender de nadie. A veces dudaba de qué camino elegir pero, casi siempre, se equivocaba de dirección. Ella sabía que prefería ver sus problemas desde la distancia. Antes que ponerse a pensar lo asqueroso que estaba siendo su vida. Había aprendido a pisotear esos problemas, inundándolos en medio de todos sus proyectos no llevados a cabo. Lo que no sabía era lo que iba a ocurrir. Ella no veía dónde estaba el problema. Era la manera de enfrentarse contra lo que creía que le estaba haciendo daño. Pero se equivocaba. Pisotear a los de su alrededor no iba a solucionar nada, sino a quedarse perdida entre d...