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Mostrando entradas de octubre, 2015

Intensamente humana.

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Tantas veces he escuchado que la felicidad no existe. Lo peor es vernos a todos persiguiendo lo mismo. Lo buscamos en todos sitios, sobre todo en esos días en que queremos captar las bellezas cotidianas y que nunca reparas en ellas porque las ves siempre. Hasta hoy no me había parado a mirar cada gesto de su cara y cada palabra que me decía. Nunca había caído en la cuenta de lo que la gente trasmite cuando tiene una sonrisa triste y unas lágrimas saliendo de sus ojos. Siempre había visto esos gestos como rutinarios. Ahora los veo y los siento como si fueran míos. Toda sonrisa invertida y toda lágrima que veo la siento como mía. Me duele más el corazón cuando escucho las noticias y veo a niños ahogados. Vivimos rodeados de realidades crudas y ahora me duelen como nunca lo había sentido. Amamos la vida y nos apañamos con lo que tenemos, aunque siempre queremos más.  Seríamos más felices si amásemos más. La vida seguro que sería más fácil porque no tendríamos miedo a destapar nuestros

Desde la poesía.

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Un sonido suave y tintineante como una caja de música. Los años pasaban y solo quedaba el recuerdo de aquellas partituras que salieron de manos de un artista desconocido. Su mesa estaba desordenada con restos de velas acabadas y tinta. La luz había dejado de entrar en aquella habitación. Desde hacía mucho tiempo su último inquilino se había marchado. Parecía que dejaba media vida allí porque todo estaba igual que la última vez. Aquel hombre había salido corriendo de su casa. Nada dejaba una pista del motivo de su marcha. Algunos pensaban que se habría caído muerto en cualquier sitio y otros que huía  de alguien. Aquel lugar jamás volvió a oler a vida. Dese entonces el polvo y el recuerdo decoraban el ambiente. Aunque si que se escuchaba una pequeña melodía suave y tintineante como una caja de música. La canción proclamaba los recuerdos de una vida corta y dura. Tenía un toque mágico que si cerrabas los ojos podías imaginarte la vida de aquel a quien pertenecía la caja de música.

If I could turn back time.

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¿Y si me quedo con lo bueno? Recuerdo todos esos momentos en los que disfrutábamos y filosofábamos acerca de nuestras vidas. Nos preguntábamos por los grandes por qués de la humanidad. Queríamos buscar soluciones para nuestras vidas y solo conseguíamos complicarnos algo más. No nos complementamos, más bien somos dos flores parecidas pero distintas. Aunque seamos las dos rosas, somos distintos rosas. Creí que me dabas la felicidad entera, pero solo era una ilusión sobre lo que me esperaba. Al principio no me fiaba nada, pero empezaste a dejar trocitos de amor en mi casa oscura y sucia. Fuiste como un suspiro que limpió mi interior. Así descubrí lo que alguien cómo tú puede hacer. Puedes ser pequeña pero tienes un tesoro muy grande. Aunque no era toda de color de rosas... Con tu actitud y la mía se rompió todo. Dejamos de ser hermanas a ser desconocidas. Empecé a olvidar cuáles eran tus virtudes porque era tan grande el horror que estaba viendo... Mi corazón quería creer en que era a