No era tonta.

Una vez me dijeron que era intensa. Sonrisa bonita. Pelo largo y ojos cristalinos, brillantes y fuertes. Nada pesaba a sus espaldas porque Ella era feliz. Tenía una sensibilidad envidiable, una fuerza maravillosa y pocas veces se dejaba intimidar por nadie. Había aprendido sobre ello desde muy pequeña. Nadie le quitaba sus ansias de vivir y de vivir muy bien acompañada. Era joven y presumida. Era preciosa por fuera y por dentro. Belleza en sí misma era. ¿Defectos? Tenía muchos, pero un cariño acogedor tenía ante aquellos a los que amaba. Ella no quería, ella amaba. Podría parecer amenazadora, pero las apariencias engañan y en su caso ella relucía. Se ganaba un hueco por su genio, su orgullo y su firmeza. No era débil, ni pesimista. Ella era fuerte y superviviente. Ella era y es una heroína para mí. Porque los héroes del día a día me impresionan, en cambio nunca se hacen películas sobre ellos. Quiero escribir y hacer una película con su nombre, pero para qué. Para qué voy a mostr...