CUATRO VIENTOS: MORTAL

El Metro, lleno de gente, petado, mejor dicho. Con todas las mochilas a punto de estallar porque estaban llenas de comida y todo lo necesario para estar en 4 VIENTOS. Un aeródromo enorme, que se ha llenado tanto, que la gente no cabía en los recintos. El cesped era paja, totalmente. Las pantallas mostraban perfectamente a esa persona que los jóvenes esperábamos. A Benedicto XVI. Al llegar, todos gritábamos a la vez, BENEDICTO. O también, ESTA ES LA JUVENTUD DEL PAPA. Lo más sorprendente es que a lo lejos se acercaba una nube negra, que tenía toda la pinta de ser  una tormenta. Eso no nos evitó seguir gritando mostrando nuestra felicidad! El Papa, nos felicitó por habernos mantenido allí con él, aunque lloviera o nevara, nosotros ívamos a seguir allí pasando frío, pero más tarde dejó de llover. Al volver tenía todas mis cosas mojadas, hechas un asco. Me enfadé bastante, porque llovió en el momento menos oportuno pero luego se me pasó. Estuve toda la noche con dos amigas, a las que quiero muchísimo y dormí y escuché misa con ellas. Dormí dos horas. Puedo decir que el mensaje central de esta JMJ es que hay que confiar en Cristo y darle a conocer. Es algo muy importante que debemos tener claro. Y que me encantaría ir a Brasil, a la próxima JMJ porque merece la pena conocer y estar con el Papa.
Gracias. Gracias por saber que hay mucha más gente de lo que pensaba que cree en tí, Señor.
Gracias.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata