Leo, leo...

Leo, leo, leo... todas mis entradas. Y volviendo a recordar cada palabra, cada detalle, cada recuerdo de ese día en que escribí esa pequeña parte de mi vida, esas torturas de indecisión, esos males, esas alegrías, esas pesadillas, esas ganas de trasmitir mi alegría y que cualquiera pudiera sonreir con solo leer mis palabras. No a todos se nos da bien escribir. No me considero Lope de vega, ni Miguel de Cervantes, soy una chica que escribe porque me gusta, me apasiona, me hace recapacitar, me hace pensar, me hace sacar mi lado más fiero incluso el más bueno. Últimamente me ha ocurrido una cosa que no es muy habitual en mi vida, me ha dado a conocer más a las personas, tanto a las conocidas como a las desconocidas, me ha dado a conocerme más a mí misma, incluso, me ha hecho más fuerte y más segura, en esa cuestión. Pertenece al pasado y estará ese recuerdo conmigo durante mucho tiempo, pero pido a Dios, que me proteja y me ayude. Gracias. Es muy fuerte, que la gente que conozco y que incluso, me quiere, me hayan dado su apoyo. Pido apoyo para tener justicia, para que ella aprenda pero si simplemente me dais apoyo para que me sienta bien, eso no me vale, lo siento, pero es la realidad. La gente que me conoce no sé como habrán reaccionado cuando se enteraron de lo sucedido... pero puedo asegurar que nunca había tenido a un enemigo tan cerca, mirándola cara a cara. Mirada a mirada. No ví ni odio, ni asco, simplemente quería pegarme por pegar, aun sabiendo que yo no la he hecho nada. Eso es muy injusto. Sé que el mundo no es perfecto, es más, es imperfecto en su totalidad. Pero hay muchas cosas que me gustaría cambiar, que puede que con ayuda de Dios, se solucionen pero es algo que no va a cambiar. Pero yo estoy aquí y la vida de los demás no la puedo cambiar puedo ayudar, pero cambiar, no. Soy alguien optimista pero estoy dispuesta a volver a salir y si la veo huiré de ella porque no me voy a enfrenar contra otro ser humano.
Un filósofo dijo: El hombre es un lobo para el hombre. Ahí queda eso...