No puedo más!

Si es que hay que joderse! Venga pesado, coje el puto ordenador¡ Estoy harta de que seas un consentido. No tengo paciencia... Y encima tienes que callarte! No puedes contestar! Hay que ser... para estar todo el puto rato callada sin decir nada. HARTA... de estar estresada, metida en mi casa... salgo todo el rato a la calle porque ahí no tengo problemas. Me jode que te cagas! Haz lo que te venga en gana! Harta me tienes con tus juguetes y tus malos modos. Ya lo sé! Es por ella... no para de gritarte y hacerte aspavientos. No sé me recuerda a una persona... Lo siento pequeño. Perdóname. Pero eres muy quejica! Y llorón! Tranquilizate, por favor. No paras de pedir, pedir pedir y pedir. No siempre vas a tener lo que quieres, pequeño. Todos necesitamos salir de aquí, ninguno estamos contentos en casa. Por eso nos vamos horas y horas a la calle. Para huir de los problemas. También ELLA... no para de decirme lo que tengo que hacer. Que soy consciente de lo que hago, me repito siempre en mi cabeza. No te lo digo porque, vamos acabamos muy mal. Ahora mismo no hay fuerzas para nada. No hay razones por las que seguir. No tengo nada ni nadie que me ayude a levantarme y a decirme con dureza: Levántate y déjate de tonterías! Sobrevive y lucha hasta el final.
Mi final está muy lejos... Más allá de mi barrio, más allá de las cuatro torres de Madrid, más allá de España...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata