Por la carretera.... A toda LECHE!

Un grupo de amigos decidimos dar una vuelta en bici y queríamos saber hacia donde. Pensamos ir hacia el retiro y así lo hicimos. Bajamos toda la Av. Albufera y luego cojimos la carretera, pero claro nosotros ívamos por puentes y por la acera. Llegamos a Conde casal... Madre mía, que cuesta tan horrible, quedé la última pero el esfuerzo mereció la pena. Llegamos al retiro y tomamos agua. Lo más divertido de todo fue que ívamos gritando por la calle como queriendo que la gente se diera cuenta de que estábamos allí, con las bicis. De ir a toda LECHE para provocar un viento que derrumbara cualquier obstáculo. Entonces al ir en una bajada sin frenos y a gran velocidad, podías sentir el viento rozándote los brazos y las piernas, podías sentir la gracia que me daban ellos por ir cantando y disfrutando al mismo tiempo, podías ver como la gente te miraba y seguro que se sorprendían, podías ir hablando con el de al lado sin miedo a dar tu opinión. Menuda experiencia. Terminé agotada y cansada pero eso no me impedía seguir diciendo tonterías y riéndome. Desde hace mucho tiempo que no me sentía unida en un grupo, que no me sentía sola, que me sentía bien, que pienso que ellos van a durar y van a estar allí siempre que me pase cualquier cosa. Por fin salí de mi barrio y volví a Madrid, seguía siendo Madrid pero yo no seguía en el mismo sitio si no en otro conocido pero diferente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata