Por qué...¿?

Me gustaría volver hacia le pasado, mirarte a la cara y rogarte que nunca cambiarás, que no te transformarás, que no te dejarás influir por esa maldición. Pero si te pasa eso es porque algo tengo que aprender. Nunca sé el porque de todas las cosas que hago, que digo, que pienso, que pasan... puedo deducir que son causalidades. Pero tienes un rostro triste, con una mirada perdida en la nada, miras algún sitio pero simplemente piensas o lo único que puedes hacer es dormir. Porque luchar te agota y encima con ataduras más aún. Soy muy injusta contigo, no te trato como te debería peor no sé porque me pasa. No lo he asumido después de tanto tiempo, tengo aún esperanza pero hay que saber reconocer cuando una cosa es imposible de curar. Lo que se me ocurre es rezar por ti y quererte más cada día porque con amor todas las cosas son más fáciles de hacer.
Solo de pensar que tienes esa maldición desde que nací... me da rabia. Me gustaría poder quitártela y pasármela a mí misma. Por qué tú...¿? Por qué él...¿? 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata