Hasta aquí he llegado...

Exploré entre las personas de mi alrededor, te vi y nos volvimos a presentar, después de no hablar desde nuestra infancia. Tanto tiempo juntas, mejor dicho una vida. Pero todo cambió aquel verano, porque me mostrastes como eras realmente. Yo pensaba que te conocía pero me equivocaba. Recuerdo como disfruté estando contigo, pero tu no podías decir lo mismo porque no fue así. Sé que lo único que recuerdo con intensidad, es la puñalada que me clavastes porque las lágrimas no paraban de salirme de mis ojos. Con una mirada perdida, desesperada, triste y desilucionada. Esto sucedió hace tiempo, da igual qué día, hora, minuto... Lo que realmente me importa es que no te he perdonado. No sé si considerarme de lo peor, pero creo que ya es hora de ir olvidando. Sé que soy rencorosa, y un monstruo... Pero yo he intentado mejorar en mis defectos, en cambio tú... No pienso lo mismo. Pero es lo que hay. De momento solo puedo callar, y ya he aprendido que no volveré abrir la boca para nada, porque lo primero que me saldrá será... alguna cosa negativa y con un tono bastante borde y cortante.



Posdata: Si tanto sabes de la vida, no llorarás por mí, simplemente me olvidarás...

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