Te lo merecías...

Sin armadura te golpearán. Sin argumentos te matarán. Sin armamento te derribarán. Sin defensa nadie te protegerá. Aunque lleves una armadura de plata, tu intención no dice lo mismo, ya que estás en una guerra. Si la llevas de cobre, será que eres inconformista y luchar por solo seguir a la masa. Si no la llevas, será que te consideras lo suficientemente, valiente para luchar por aquello en lo que crees. Ya que nosotros mismos, somos quienes ponemos los límites. Conseguir tu objetivo tiene dos caminos: utilizar unos medios justos o hacerlo a la fuerza... Podrían existir millones de caminos pero yo te pongo los más lógicos y fáciles.
No te has librado de elegir la segunda opción. Contarte que así cometerías más errores. Provocarías que la gota del vaso rompiera tu cara. Avisaba estabas pero pensando que esto sería tu hazaña, al final se ha convertido en una venganza. Ya no contarás esta gloria, porque al perderla, todos pensarán que eres un fracaso, sin nombre y sin título de llamarte valiente...
Por eso ten cuidado con lo que haces... porque una cosa es sentir y otra consentir.


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