Me aíslo y así, no me meteré en tu camino.

Si me temes, lo notaré. Si me evitas, lo sentiré. Si me criticas, lo escucharé. Si me odias, lo sabré. Si me olvidas, lo comprenderé.
Pero si nunca te enfrentas a mí y no eres capaz de decirme tu verdad, yo nunca podré mejorar, ni aprender, ni arrepentirme... 
Es cierto, soy todo lo que pones, todo lo que has escrito en tu estado. Por desgracia me han tocado esos jodidos defectos, no niego que no pueda mejorarlos porque todo es mejorable, siempre. Pero antes de criticarme... Mírate a tí misma y comprenderás que es estar en mi lugar, porque no es fácil, ni tampoco estar en el tuyo... 
Motivos...¿? Pues tengo uno. Un simple hecho, una simple putada, un jodido detalle y una rabia contenida... 


Posdata: Tan valiente virtualmente, pero tan frágil y cobarde realmente. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata