Puf.

Es una tarde lluviosa de primavera. Me recuerda al otoño, cuando el invierno comienza a llamar a su puerta Estoy encerrada. Sí. Entre 4 paredes que son parte de mi intimidad y personalidad. Fuera de ella, oigo quejas, gritos, malas contestaciones, miradas de mal humor... Y lo más divertido, que tengo que comerme mi mal genio y mis intenciones. Mordiéndome la lengua y dejando de respirar. Por no poder salir a la calle. Estoy cansada de tener que renunciar a cosas que me gustan, por el simple hecho de que tengo grandes responsabilidades. Pocos comprenden el sentimiento porque... ahora mismo me doy cuenta de lo vulnerable que soy. A veces, me doy por vencida. A veces, tiro la toalla. A veces, el miedo no me deja escapar. A veces, la tristeza me hace su tortura rutinaria. Están siendo, una de las peores vacaciones de mi vida. Encerrada y sin hacer nada...
Solo pensar que mi verano puede ser así o peor, me mata, me hace abrazar un cojín y gritar en él. No entiendo que es lo que hago mal para que me siente así...
Tantas preguntas sin respuestas, pero alguna vez, recibiré esas contestaciones..¿?



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