Ríete... Ya me reiré en tu cara.


Hablas de un cambio. Hablas de tomar decisiones que mejoren mis circunstancias. Hablas de un largo camino por recorrer. Hablas de la responsabilidad. Hablas de mi vida. Hablas de tus historias. Hablas sobre no quedarme de brazos cruzados. Hablas con tanta seguridad. Hablas…
Lo sé. Lo mío no es vida. Yo no la pedí, simplemente es así. Por poder puedo cambiar cosas pero necesitaré tiempo y paciencia. Me gustaría poder hacer lo que quisiera y que mis decisiones no repercutieran en nada ni en  nadie. Pero de alguna manera u otra, cae sobre la persona menos pensada. Parece que todo en mi vida está conectado…

Me dicen que no me comprometa. Mmm… no me gusta la idea. Y mi respuesta es: NO. Porque me siento encerrada entre 4 paredes. Estoy cansada de tener que renunciar a las cosas que quiero. Encima ella se piensa que busco solo una cosa: Tener novio.  
Se piensa cualquier cosa de mí. Bueno pues a mí eso me importa muy poco. Sé muy bien lo que decido y por qué lo decido.  Nunca me entenderás, ni yo te entenderé. Pero cuando sea mayor de edad, te vas a cagar. Te vas a enterar. Me importará muy poco cualquier cosa. Lo que digas, lo que hagas. Y podré decidir lo que yo quiera. Ahora tengo que joderme y morderme la lengua. Pero no me pidas que me tranquilice. No me pidas que no grite. No me pidas cosas imposibles… Porque si te grito será porque me tienes harta con tus decisiones, con tu demasiada protección. Porque si lloro es porque me tengo que pasar tres años de mi vida, esperando como una niña pequeña. Aislada del mundo y sin relación con ningún chico… Es cierto, la que manda aquí eres tú, pero ya veremos en el futuro quien manda, porque eso es una cosa que tengo muy clara y no te meterás en mi vida.

Posdata: No lloro porque sea débil, lloro por no conseguir lo que quiero. 

Ah, se me olvidaba: Fuck You. 


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