Si te dieran a elegir entre cuál de los 5 sentidos te gustaría no tener, cuál elegirías...¿?
Si perdieras el sentido del tacto, no podrías volver a sentir la suavidad, la calidez, el frío...Ahora piensa qué cosa añorarías tocar...¿? Yo echaría de menos el sentir una piel calidad. Donde sentiría que hay vida cerca de mí. Que esa persona estaba ahí conmigo, pasara lo que pasara. También, no volvería sentir el sol rozando mi cara, transmitiéndome ese calor tan cómodo que existe en primavera. Y ese calor agotador, que trasmite el sol en verano. Tampoco sentiría la mano de esa persona que me da su ayuda. Solo sentiría la fuerza que me daría para  levantarme. Tantas cosas perdería. Tantas cosas dejarían de ser importantes para mí...
Si perdieras el sentido del gusto, no volverías a saborear el chocolate, las fresas con nata, los helados, ni tu comida favorita... Que horror, verdad...¿? Me considero una persona que la gusta la comida, la gusta probar cosas diferentes, sabores que te trasladen a cualquier sitio del mundo. Sea Alemania, sea China. La comida es una necesidad del ser humano pero también una pasión aquellos que les gusta probar. 
Si perdieras el sentido del oído, no escucharías nada. Absolutamente nada. Los sonidos de los coches, el sonido de tu música, el sonido de la radio, el sonido de su voz. Esa  voz que te tranquilizaba, ahora esa voz, se habría esfumado. El sonido de una guitarra tocando una de esas canción que nos hacen cantar y bailar, aunque no se nos de muy bien. Simplemente nos hace sentir y expresarnos. 
Si perdieras el sentido del olfato. No recordarías como olía una determinada flor, una determinada persona, un determinado animal, una determinada colonia. Echarías de menos el olor de la naturaleza, de un libro nuevo, de una casa recién pintada. Reconozco que echaría de menos el olor propio de cada persona que quiero. Porque hay a veces que hueles a una persona especial en tu vida, y te da la sensación de que está contigo. Nunca te ha pasado eso...¿? A mí si. 
Si perdieras el sentido, más importante, el de la vista. No volverías a ver el verde de primavera, que da un toque bastante energético a la primavera, después de un frío y largo invierno. No volverías a ver aquellos a los que quieres. No volverías a ver las flores. No volverías a leer un libro, ni observar sus dibujos. No volverías a escribir. No volverías a leer la mirada, de aquel al que querías. No me importaría perder este sentido. Porque hay a veces que las apariencias engañan. Y hay que saber dejarse sorprender al conocer gente. Al conocer nuevas culturas. Al conocer...


No le damos importancia a esa palabra llamada conocer. El motivo es desconocido. Pero si escucháramos más a menudo, no tendríamos enemigos, si no... Amigos. 


 Destapa la FELICIDAD. 

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