Frente al espejo.

-Quieres sentar la cabeza, por favor…¿? Lo primero deja de chillar, de quejarte…Te puedes tranquilizar, por favor…¿?
*No puedo hacer nada de lo que me pides porque soy así.
-Que tu eres así…¿? No te lo crees ni tú. Tú no eres así… egoísta. Ya pedirás ayuda como haces siempre…

No puedes tratar a los de tu alrededor con malos gestos, malas caras, malas contestaciones… Porque no se lo merecen y tú se lo agradeces haciéndoles pasar un mal día, una mala semana, un mal año… Es injusto. Si te has despertado con el pie izquierdo ten el respeto de no hacérselo pasar mal a los demás. Piénsalo. Tú no te quejarías si alguien cercano a ti te hiciera eso…¿? Pues aplícate el cuento, maja, porque no puedes ser que un día andes bien y al siguiente mal, aclárate melodramática.  No te insultaré porque así, solamente, te creerás la víctima. Sabes lo que tienes que hacer, verdad…¿? Pues hazlo, marginada.

Posdata: Tú no amas, tú destrozas la vida a los demás.-  

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