A qué jode.


A veces desearías tener a esa persona cara a cara. A esa persona que quiere quitarte tu sonrisa. Quiere hacer desaparecer tu alegría. Quiere provocar una reacción evidente pero tú decides, no darle esa satisfacción.

-Devuélveme mis cosas.
*Devuélveme el tiempo que pasé contigo.
-Devuélveme lo que te pido.
*Devuélveme las ilusiones que destruiste.
-Devuélveme lo que es mío.
*No te devolveré nada. Porque nada de ti tengo, ni quiero. Devolverte tus cosas es algo material.
-No me importa lo que opines. Yo quiero algo. Dámelo y me olvidaré de ti.
*Jode  no poder  ser feliz verdad…¿?
-Dame mis cosas.
*Jode comportarse de esta manera y lo peor de todo, es que sabes que no  es lo correcto.
-Olvídame.
*Cállate, egoísta. Cállate y ten el valor de guardar silencio. No soy yo quien está de mal humor y tratando mal a quién estuvo a tu lado. A quién estuvo rezando. A quién solamente quería sacarte una sonrisa.  No reproches, ni hables mal de mi persona porque solamente, te estarás engañando a ti mismo.

Cuando a veces insultamos a alguien que nos hizo daño, en el fondo eso es señal de que nos importa más de lo que pensábamos. Más de lo que nos esperábamos. Más de lo que calculábamos. Da igual el tiempo que utilices contra esa personas. Da igual los actos que hagas contra esa persona. Da igual lo que hagas… Cuanto más destruyes, más motivos das para seguir construyendo.

Posdata: Jódete porque soy feliz. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata