Dolor.

Aquello cambió sus vidas... Aquello nos cambió. 
No fue una simple anécdota de la que todos podríamos disfrutar, o de un simple susto que no había que darle más importancia, pero cuando ese momento ocurre y pasa un límite inimaginable, todo lo que creías pasa a un segundo plano. Tu mente deja de responder de la misma manera, porque comienza a ver desde otra perspectiva, desde otro punto de vista. Depende de lo que pienses tu pensamiento cambiará o será más flexible de lo que nunca hubieses creído. Para ello, hay que querer abrir tu mente. Hay que solucionar varias cuestiones antes de enfrentarte al mundo, a tu alrededor. En lo más hondo de nuestro ser sabemos que algo nos falta. Eso nos impide vivir en paz, vivir con tranquilidad, experimentar la serenidad. Vas en busca de algo, que desconoces y que crees que tendrás todo el tiempo del mundo para encontrarlo, o eso es lo que tú te piensas. 
Sinceramente, yo no sé que buscaba pero una corazonada me advertía que algo me transformaría pero... Si yo quería cambiar, para ello debería comprometerme hacerlo, a decidirlo, a aceptarlo. No todos los días tienes la solución ante tus ojos. No todos los días descubres que a su lado vas a encontrar lo que buscas... Pero -repito- para ello hay que querer hacerlo. 

Posdata: El Dolor es el altavoz de Dios. Las desgracias unen Almas. Las risas desvelan sonrisas.





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