Madrid Arena.

La muerte puede estar tan cerca, que puede pillarte por sorpresa.

Querido Dios:
Soy una chica de 16 años que valora la vida, que valora vivir cada segundo con intensidad, que valora lo que es la amistad, que valora lo que es una familia, que valora todo lo que ama, todo lo que quiere... Nunca desearía la muerte de una persona que no me cae bien, que no se ha comportado bien, que ha intentado hundirme sin resultados... Nunca me gustaría experimentar el sentimiento de ausencia. Cuando una persona se va, no sabes como reaccionar. Algunos lo aceptan, otros están en un estado de no poder creérselo, muchos lloran por la pérdida. El motivo de mi carta es que día a día morimos, mejor dicho, nos marchamos para ir a un mundo nuevo. Es cierto que a veces uno cierra los ojos y no vuelve abrirlos en nuestro terreno. No me gustaría recordar el día de la muerte de esa persona, cogería todos los buenos momentos, buenos recuerdos con esa persona y nunca me separaría de aquello que me hizo sentir tan bien. Lloraré por la ausencia de cualquiera que me deje en este mundo duro, despiadado y sin compasión. 

Att: Alguien que se impresionó con el incidente de Madrid Arena. 



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