Podía ser peor.

A veces, me quejo demasiado. A veces, hablo demasiado. A veces, me río demasiado. A veces, me enfado demasiado.

Es verdad. Tengo carácter. Tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. ¿Cómo soy? Algo quejica, gruñona y un poco pesada. Nunca me siento satisfecha con lo que me dicen o con lo que espero. Es algo que me sucede a menudo por eso escribo en vez de contarlo en alto. Durante esta penosa y corta vida he conocido a personas. Unas te preguntan como estás solamente por protocolo. Otras te preguntan para ayudarte. Y otras simplemente ni te preguntan porque saben de sobra, que problemas tenemos todos. Que decepción. Si te pones a pensar, y encima decides pensar en uno de tus días malos, sacas conclusiones fatales. Pero tengo una frase que me hace ser algo más positiva, '' podía ser peor ''.

Claro. Quién nunca a deseado desaparecer y no depender de nadie. Quién nunca a deseado tener un hado madrino para concederle deseos. Quién nunca ha deseado dormirse para siempre para no volver al mundo real. Quién nunca a deseado gritar al mundo entero que odia esta sociedad, que odia tener que soportar a esas personas falsas, a esas personas malhumoradas, a esas personas... Que realmente lo que les pasa es que necesitan hablar. Que necesitan exteriorizar su mundo interior para quitar de sus hombros ese peso que les consume día a día. Sé que no contar las cosas te produce una frustración total pero yo no hablo porque no me guste si no porque prefiero escuchar ya que no siempre, he tenido a gente que quisiera hacerlo. Además escuchar no está tal mal. Porque así atiendes, ayudas y conoces. ¿A quién? En concreto a las personas y más adelante conocerás su mundo, sus problemas y ganarás esa confianza que solamente se encuentra intercambiando experiencias. 


Posdata: Hablar no es malo pero... ¿Has probado a escuchar a un silencioso?




Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata