Mezcla de sentimentalismo...

La consideraba peor que un huracán. La consideraba un enemigo que invadía mi espacio. La consideraba el motivo de mis pocas alegrías. La consideraba una fuerza negativa que inundaba mis sueños, ridiculizándolos y diciendo cosas sarcásticas y burlescas. La consideraba peor que el mosquito que te pica durante las noches. La consideraba la estaca que atravesaba mi corazón. La consideraba la espina que llena mi vida de cierta amargura. La consideraba la hoja de papel que raja mi piel, al pasar sus hojas. La considero el monstruo que llena mi alma de odio. La considero la molestia en persona. La considero peor que a cualquier enemigo.

No la considero digna, ni dulce. La considero brusca, soberbia y machacadora. La considero peor que una carta leía sobre penas y amarguras. La considero una alimaña del inframundo. No la considero apoyo de mi pierna dañada. La considero la causa de mi estrés y de mi carácter. La considero el palo clavado en mi espalda.

Posdata: No la considero digna de mi aprecio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata