Un libro que leer. Un libro que vivir.

A veces cuesta entender lo que es la vida. Lo que hace la vida por ti. Nunca lo piensas, pero sabes que está ahí.

Al final de cada historia, siempre hay un protagonista principal. Hay otros personajes que son protagonistas de sus propias historias y, a la vez, son acompañantes del personaje principal. Tienen claro qué función hacen, pero no son conscientes de que sin ellos la historia no hubiese sido la misma. Ellos son una parte del personaje principal.

Pasa lo mismo con nuestra historia. Cada uno lee y vive su propia historia. Además, sabes que la misma historia sería distinta si hubiera otras personas, otra familia, otros amigos. El cambio siempre existe. Es otro tema que esos cambios beneficien o perjudiquen nuestra historia, nuestra vida. Por eso, cada dificultad del camino es más difícil de superar, a la vez que tienes mayor experiencia para afrontar esos bajones. "Tirar la toalla", "hundirte en tu propia miseria", "huir de todo"... Son formas de vivir y de contar historias. Una vida no es más real cuanto más dramatismo tenga, si no una vida es real siempre que se acepte con sus cosas buenas y malas. Por eso, tu historia será distinta del resto porque tú habrás vivido con todo lo que conlleva vivir.
Vivir es una aventura, al igual que morir es el principio de otra vida, aunque muchos no lo crean. Por mucho que lloremos, huyamos, perdamos cada día, también ganamos en sonrisas, en objetivos cumplidos y en pequeñas dosis de felicidad cada día.

Posdata: "No todas las lágrimas son amargas". (El Señor de los Anillos)

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