En mi pequeñez, tu grandeza.

A veces hay que derrumbarse para volver a levantarse.

Pensar que todo lo que haces repercutirá en tu futuro, en la vida de alguien... Es como pensar que nada de lo que digas o hagas no importa porque nadie te escuchará. No hay que ser demasiado negativo, pero es difícil no serlo cuando a tu alrededor hay pena, tristeza y muerte. Cómo sobrevivimos a esas situaciones que nos roban una parte de nosotros y que engullen nuestra alma. Estamos sometidos a tanta presión que creemos que es normal vivir así. Vemos como normal aquello que no lo es. Nos manipulan y aún así conseguimos salir de esa ensoñación. En quién se apoya la gente para levantarse en estos días malos, en esos días que tu cara forma una línea recta y tus ojos son oscuros y serios. No podría describir a esa persona que me anima o que me hace creer que hay pequeños lugares donde se puede ver el lado bueno de las cosas, porque esa persona para mí no existe. Me gustaría pensar que existe alguien así para mí, pero de momento tengo a alguien mejor. Ese alguien es el Ser más puro en todos los sentidos. Es difícil de explicar, por eso es el único que entiende a qué me refiero. Nada es en vano si lo hago por Él. 

Molesta pensar que no existe gente así que daría cualquier cosa por ti, aunque soy una persona que sirvo muchas veces como apoyo, simplemente porque sé que lo necesitan. Cuando he necesitado ayuda es difícil decidir a quién pedírsela, no porque no quieran ayudarte, sino porque no quieres ser un peso o una molestia. Tiene gracia que diga esto porque no soy de las personas que piden ayudan, más bien soy de guardar mis pensamientos para mí y dejarlos en mi interior. Aunque se me considera una persona complicada, creo que no lo soy. Creo que todas aquellas personas que sufren o que han sufrido lo único que le reclaman a este mundo es un poco de amor. Esas personas buscamos los detalles pequeños en cualquier parte, es difícil mirar sin judgar pero vemos más allá, comprendemos a los demás. Nadie te salva porque también necesitan ser salvados. En cambio, ayudan para ser ayudados. Es fácil y gratis, por eso doy gracias. La vida sin esas personas que renuncian a sí mismas por los demás, son personas especiales que tienen una esencia única. Hasta esas personas necesitan un apoyo o algo en lo que creer. Nada es imposible si crees en que siempre hay alguien velando por ti, aunque ni siquiera creas en Él... Él siempre cree en ti. 

Posdata. Siempre que haya vida, habrá esperanza.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata