Es real. Esto existe.

Cuando lo sientes en tus propias carnes, caes en la cuenta de que tú has cambiado. Y te preguntas el por qué. Sabes la respuesta al alzar la vista y ver por quién luchas y sigues ahí, al pie del cañón. 

Cómo puede ser que perduren en el tiempo los recuerdos. Cómo puede nuestra mente mantenerse cuerda durante toda nuestra vida. Cómo podemos rodearnos de personas que nos aman y de otras que nos odian. Tanta pregunta me hace pensar en que no somos nada. Somos de lo que nos rodeamos. Si nos rodeamos de cosas buenas, nosotros también lo seremos. Es importante querer o tener cosas que te importan. Eso hace que seas generoso y atento con los de tu alrededor. Lo único que salva al hombre es el amor. El odio supone dedicar esfuerzo en ello, mientras que el amor siempre perdura. 

''Pon amor donde no hay amor y recibirás amor''. 

En cambio si nunca hubiéramos sido así o ni siquiera hubiésemos existido, jamás hubiéramos cambiado la vida de alguien. Es difícil de creer, de hecho yo misma lo pienso, pero es cierto. Solo sabes lo que le has enseñado a alguien cuando te lo dice, cuando te cuenta qué le has enseñado y encima sin querer. Cualquiera que te aprecie verá todo lo bueno que le has dado y conocerá bien cuáles son tus cosas menos buenas. Un amor verdadero no es solo un amor apasionado e idealizado. El amor verdadero es el amor perfecto. ¿Y cuál es? Pues es aquel amor que se constituye de todos los demás amores: el de amistad, el de compañía, el de intimidad, el de confianza, el apasionado, el de sinceridad, el de respeto, el de fidelidad... Todo eso y más es lo que constituye el amor. No solo desde un noviazgo, sino también desde una amistad. Es fácil conocer este amor perfecto en la familia, salvo si tienes la mala suerte de nacer en una familia de locos pero también es posible conocerlo. En tu familia te quieren, te odian y te soportan. Te conocen tan bien que no son capaces de echarte de casa porque si fuera por mi familia, ya lo hubieran hecho hace tiempo. 

Tenemos tan claro lo qué queremos y lo que no queremos. Con que facilidad nos deshacemos de lo que no nos gusta... Nos gusta que nos lo den todo hecho. Tenemos una lista con todo lo que queremos por navidad, incluso una lista sobre cómo queremos a nuestro futuro marido, novio, novia, pareja... No sé puede vivir de planes, ni de estadísticas. Vivimos a base de certezas, de "si" o "no" y de "quizás". El amor es como la cara y cruz de la moneda, tiene doble vida. Amar es dejarse llevar, dejarse sorprender, dejarse querer, dejarse ayudar... Amar es dejarse hacer. Puede que sea difícil de creer pero debemos creer en la humanidad, en la bondad. Porque a este mundo le falta mucho amor, sino no habría guerras. 

Posdata: Quien sabe amar, sabe perdonar.




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