Sueño dulce.

No había hecho falta nada más. Ella se derramó con suavidad sobre mi pálido cuerpo. Mi sonrisa no pudo apartarse de mi cara. Intuía que Ella no era nadie cualquiera y que su cometido solo era llevarme de vuelta. Abandoné la cálida luz de una tierra que había sido mi hogar, mi historia. Saboreé su aroma y solo tuve que respirar una vez más  para saber que ya jamás iba a volver a estar ahí contigo. No sé si pude despedirme, pero quizás era tarde para disculparme y dedicarte unas últimas palabras. Nada me importó. Me agarré al sueño profundo sin esperar que nada me sujetara. Creí no ver nada, pero el sueño se hizo real y empezó a cobrar vida.

Ante mí se despertaba una nueva vida. No podía creer que aquel segundo fuera mi momento. Me pregunté entonces cómo el tiempo se me había echado encima, dejándome a la vista de sus garras y de su capricho de no dejarme escapar. Me pregunté el porqué de ese instante. Intenté entender pero abandoné toda esperanza de sumergirme en un mundo que no conocía y empecé a esperar lo inesperado. 

Agarré con fuerza ese vivo sueño y observé como unas flores blancas dibujaban un camino que iba hacia arriba. Mis pies relampagearon. Una gran luz se abrió en lo que parecía un cielo, saliendo unos rayos que descendieron y bailaron a mi alrededor. Toqué a aquellas luces sin miedo y bruscamente se apartaron de mí. De las entrañas de aquel lugar, una gran puerta empezó a mostrarse ante mis ojos. Unas finas barras se estiraron desde el suelo y se unieron al compás en una curva perfecta. Las flores blancas se apresuraron a decorar aquella hermosa y sencilla puerta. La puerta irradiaba luz propia y una nueva pregunta asomó en mi pensamiento: ¿Dónde estoy? 

Mis ojos comenzaron a ver un lugar soleado, donde no había calor, ni miedo, ni dolor. Lamentaba no reconocer aquel lugar y no saber más de él. Quería correr hacia aquel mundo y solo sentir una acalorada bienvenida. Un susurro de campanillas sonó y la puerta se abrió hacia dentro. Sin dudarlo sabía que estaba en casa.

Posdata: La muerte es la vida para el que sueña.  



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