¿Vas a quedarte?

Dicen tantas cosas de ti que no sé ni lo que eres. ¿Cómo voy a reconocerte? ¿Qué es lo que llevas puesto? Me dices que soy superficial, que nada de lo que llevas por fuera me dice quién eres. Amor, cuéntame, quién eres. A dónde tengo que ir a buscarte. 

No puedes estar tan lejos, porque aquí adentro hay costillas rotas que protegen mi centro helado y sediento. ¿Cómo voy a encontrarte? Dicen que siga el camino de las mariposas. Pero qué narices es eso. Te escapas como la tierra que devuelvo, como la arena de la playa, como las conchas. ¿Y por qué no te quedas conmigo? Me agarro a las barras de acero. ¿Vas a quedarte? 

"Pero quién eres tú, poeta, que se te llena la boca de palabras baratas, de dudas existenciales y me ruegas que me quede contigo. Pero tú quién eres. Acaso te atreves a poseerme, a anclarme en un camino para que hagas lo que quieras. No. No, y, repito, no. Si al verme no me reconoces, es por la necesidad de alimentar tu centro acolchado entre las rendijas de tu caja. Si al sentirme no me ves, es que no me has encontrado. Si pruebas mis palabras, nada saborearás de ellas. Siempre me salgo con la mía y hoy no quiero ofrecerme a un desconocido que no sabe ni quién es. Soy Amor y dicen que el que no llora no mama."

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fruto de la herida

Todo...

Madrid me mata