Agua viva

Cuando el dolor se instala
se necesita la espina de una rosa para suavizar el brillo de la tristeza.
El agua se abre camino entre los labios,
la acunas entre tus dedos 
y se deshacen los problemas, 
se desprenden como plumas en el aire.
Siempre vuelves
como la calidez del amante, 
como la escucha de un amigo
y como la riqueza de un marido.


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