"Sin título".

Las esperanzas nunca acaban. Las desilusiones vienen y van.

Una tarde cualquiera. Una persona. Una mente y varios pensamientos. Una canción que cantar. Un deporte que practicar. Una palabra que decir. Un amigo al que abrazar. Una foto que encontrar. Un libro que venerar. Una carta que escribir. Una herida que curar. Un futuro que temer. Un pasado que superar. Un miedo que afrontar. Un problema que resolver. Un sueño que cumplir. Un examen que estudiar. Una esperanza que mantener. Una meta a la que llegar...

Así es la vida. Así de amarga y dulce es. Nada que reprocharla. ¿Por qué? Porque no te da la espalda, simplemente sigue ahí. La vida se mantiene hasta en los momentos más desesperados de los seres humanos. La vida no te castiga, ni te da la espalda. A veces, solo te enseña a base de golpes. Ella nunca falta porque le das tú mismo su propia esencia. Tú la planificas la semana, pero ella luego improvisa por la marcha. Tú la mantienes con comida y agua, ella te mantiene con fracasos inoportunos. Tú, cansado de tanto buscar y ver que nada mejora... Todo se descoloca. Envidiar otras vidas, no te hace vivir la tuya. Llorar entre los minutos del tiempo, hace que la vida avance y evolucione. Nada de lo que hiciste sirvió. Todo lo que haces puede que valga la pena... Para ello, debes superar el miedo. Salta con los ojos cerrados y respira. Solo sientes paz y un vacío en tu interior... La vida se marchó por tu falta de valor.

Posdata: No sé que fue de ayer pero sé que hoy estoy aquí.

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